APOSTANDO POR UN FUTURO INVISIBLE
Por. Adriana Mabel López
Cada uno de ustedes ha ingresado en una escalera de búsqueda, de cuestionamiento, de preguntarse cuál es el siguiente paso de su viaje, de su corazón, de su misión. Se encuentran en lo alto de la escalera al cielo, pero ella no se conecta con nada que puedan sentir ni ver. Los deseos de su corazón habitan por encima de los patrones de la conciencia y las manifestaciones de las masas. Al buscar en su corazón superior las verdades, las luces y los amores más elevados, también tienden hacia capacidades creativas superiores. Esas manifestaciones residen en lo invisible. Sólo son visibles en su mente, en su corazón y en sus sueños. Pero son invisibles en su mundo físico.
Se les pide que pongan todos sus deseos, sus carencias y sus necesidades en un futuro invisible. Hay muy pocos que sepan realmente sin lugar a dudas que lo invisible se manifestará según la intensidad, la fuerza, la potencia de su convicción. No pueden ver su futuro porque su futuro no reside aquí en la Tierra. Aún no ha llegado, no se ha manifestado. Ustedes se adelantaron a sus creaciones. En esto hay una gran frustración, pues se sienten completamente solos en sus creaciones. Es como hornear una torta partiendo de la mezcla que viene en una caja sin instrucciones, ponerla en un horno invisible y encender un medidor de tiempo que no existe.
Cada uno de ustedes tiene su ‘visión en la invisibilidad’ personal. Toda gran persona que haya existido en esta tierra ha tenido esa visión en un lugar de invisibilidad. Primero la imaginaron, luego la aceptaron, y luego la amaron hasta que lo invisible se hizo realidad. No llegó por ningún decreto divino. Llegó a manifestarse a través de los corazones, los anhelos y los deseos de quienes la invocaron a la existencia.
Ustedes son los responsables de crear el sueño invisible que habita en su corazón. Lo sostienen como quien sostiene un pichoncito en sus manos, confortándolo, dándole calor, alimentándolo. Continuamente están dando a luz lo que necesitan y lo que desean. La mayoría de las personas se dan por vencidas antes de que se manifieste; el mismo día en que se va a anunciar el nacimiento se rinden, se detienen y se alejan. Piensan ¿quién se v a dar cuenta? ¿A quién le importará? ¡Todo en la vida lo nota y a toda la vida le importa! Toda la Tierra estaba lista para darle la bienvenida a esa manifestación que crearon con tanto amor y que germinó dentro de su corazón y que abortaron tan desconsideradamente antes de que naciera.
Confíen en las semillas que sembraron. Deben confiar en que lo que su alma ansía es verdadero y llegará y nacerá. El Creador no puede y nunca podrá retener ni quitarles nada suyo. Se les da pleno dominio sobre la Tierra. Ustedes son quienes darán a luz al futuro. Cuando vean una necesidad, cólmenla. En ese momento del tiempo el universo les está diciendo: “Ayúdame a dar a luz esto. Ayuda a Dios a alumbrarlo simplemente sosteniendo la visión el tiempo suficiente para que se manifieste.”
A cada uno de ustedes se le pide continuamente que ayude a dar a luz un futuro mejor, una Tierra mejor, sólo con su pensamiento. Sostengan la visión de la bondad para su mundo, no sólo para sus propias creaciones. Cada vez que tengan la oportunidad de sembrar en el pensamiento de alguien, denle el regalo de lo que saben es verdad y esperanza. Sostengan ese regalo el tiempo suficiente para que nazca. No se rindan. El Creador, la Fuente nunca los ha abandonado. No abandonen a los demás. No se rían de sus sueños ni los arrojen al viento porque a veces los sueños de una persona son su único motivo para vivir. Ayuden a dar a luz los sueños, los deseos y a hacer visible lo invisible.
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